Tengo en el alma una felicidad que no cabe dentro de mí, y por un lado, quisiera gritar las Maravillas del Señor, contarle a todo el mundo lo que El hace y por otro, me guardo esta intimidad como un secreto entre los dos. Algo Tan grande, que no puede ser compartido con cualquiera, ya que no se entiende tanta Gracia.
Meditando en todo lo que ha sucedido, me di cuenta que la amiga que Usted conoce, en su gran amor por mí, al irse [al morir], realmente no me dejó sola, me hizo el mejor de los regalos, ya que cuando su hija me dio el anillo, y otra de nuestras amigas, me confirmaba que la que se fue no me había dejado huérfana como me sentía nuevamente, sino que me estaba dando a Mamá María, me di cuenta qué tan pronto Mamá me llevó a los brazos de Jesús.
Fíjese que el mismo día que celebramos Su nacimiento de la Virgen, el 8 de setiembre, Ella me llevó a Su Hijo; me siento como cuando un padre entrega en la Iglesia a su hija en matrimonio, a mí me entregó Mamá María, Ella fue mi madrina de Bodas con el Señor. ¡No se iguala tanto Amor!
También en mis oraciones y meditaciones, mi Señor (y disculpe que siempre diga "mi", pero más que nunca lo siento "mío", pero un "mío" que se comparte con los hermanos), le pregunté a mi Esposo cómo podía dejarme amar más y más por El.
Y me hizo verme haciendo la plancha en un océano, yo no luchaba por nadar ni por mantenerme en la superficie, sólo hacía la plancha, tan tranquila... las olas, los peces, me tocaban, algunas veces me zarandeaban, otras, aparecían tiburones queriendo devorarme, pero yo seguía haciendo la plancha, confiada, mirando hacia el Cielo, y mi mirada no se apartaba de ese Cielo. El océano iba haciéndose cada vez más y más grande, y yo me iba convirtiendo en alguien muy chiquito hasta llegar a ser tan solo un puntito, rodeada de la inmensidad del océano.
Y sentí que ese océano es Dios, Su Inmensidad y yo un puntito haciendo la plancha, totalmente confiada en El y me vinieron las palabras del salmista: "Quién es el hombre para que te fijes en él". Y la respuesta: es mi creación, la más perfecta creación, más perfecta que los ángeles, porque está hecho a mi imagen y semejanza, creado por Amor, para el Amor y para Amar al Amor.
Y en un instante entendí tantas cosas...! que es demasiado para mi pobre cabeza pero sin embargo siento como que ahora comprendo lo que no comprendía y entiendo lo que no entendía; si yo pudiera expresarle todo lo que siente mi corazón! ¡Todo lo que estoy sabiendo sin poder expresarlo con palabras y que en cambio parece que lo tengo tan claro!
¡Padre, qué dicha tan inmensa! Nuestra amiga me dijo unos días antes de partir, que estaba viviendo un idilio con Dios, ¡y yo me alegré tanto por ella! pero jamás creí y menos pensé que yo pudiera estar viviendo "un idilio Con mi Señor".
Padre querido, El es el más amoroso de los esposos, el más cuidadoso, el más amable y qué más puedo decirle, ¡no hay palabras para expresar lo que siente mi corazón! Él es Todo.
Yo sé que vendrán las pruebas y de hecho, la "loca de la casa" combate mi corazón de una manera tremenda, y pareciera que ahora me ataca más que antes; ayer en la Misa por ejemplo, los pensamientos y las ideas que me venían a la cabeza, "no seas tonta, estás creyéndote cualquier cosa, mira si te va a mirar a vos, qué de importante tenis para que te mire o haga caso, mira toda esta gente, qué ridícula, qué estúpidos, se creen que van a sanar así no más, etc. etc. "
Pero Padre, confirmé que los demonios iban vencidos porque cuanto más me atacaban, más me aferraba a Mi Esposo, y era más dulce la respuesta de El. Creo que al final me dejarán tranquila, porque cuánto más quieren que me aparte, ¡más me pongo a los Pies de Aquel que me levanta y sostiene!
Le hablaría horas de lo que estoy sintiendo, de lo que me pasa, de lo Enamorada que estoy de mi Esposo, pero no el enamoramiento que tienen las parejas, con egoísmo, con celos, con cosas humanas, sino que por el contrario, pienso, si todo el mundo, todos los seres humanos experimentaran este Amor, ¡qué felices serían! quisiera compartirlo Padre, pero el mundo no comprende... y a mí me está pasando que me duele su incomprensión.
Ayer antes de levantarme, Jesús puso Su Mano sobre mi cabeza, la sentí tan real, porque realmente fue así, es real, El me acarició; estuve el resto del día que me salía por los poros la felicidad y cuando llegué al trabajo, fui agredida por una compañera, (después se me aclaró que era una broma..., ¡qué broma fea!) pero Padre, era tan grande la felicidad que tenía, que me reía de todo, fue como si tuviera aceite, todo lo malo me resbaló.
Hoy, antes de levantarme, leí el Cantar de los Cantares, y Padre, qué le puedo decir, "Mi Amado es para mí y yo para Mi Amado", cuando me dice que ya pasó el invierno y que todo florece, todos esos versos..., Sí Padre, aunque vengan las pruebas, aunque haya tribulaciones, siento que para mí, ya pasó el invierno.
Bueno mi querido Padre, mi Amigo, porque el Amigo de mi Esposo es también mi Amigo, no le quito más tiempo con "mis confesiones", porque imagino que tendrá otras cosas para hacer, pero Gracias una vez más, muchísimas Gracias!
Lo quiero con el Amor de Cristo, hermano y amigo.